The Innocents Review: un asesino de WAN

Cualquier película de terror que se llame a sí misma the Innocents es invitar a comparaciones. Ese es el título, después de todo, de un verdadero clásico: el elegante psicodrama de la casa embrujada de Jack Clayton en 1961, en el que Deborah Kerr se estremeció y tembló con un terror supersticioso que en realidad podría haber sido una expresión codificada de sus propios deseos perversos. La película persigue los campos pantanosos de su género, su influencia duradera en cada heroína aristocrática pálida petrificada por el giro de un tornillo, cada niño espeluznante que se extiende en una vieja casa oscura, cada espíritu solitario de pie ominosamente silencioso a la mitad a la distancia.

Eskil Vogt escrito y dirigido por Eskil Vogt, quien obtuvo una nominación al Oscar a principios de este año para la peor persona del mundo, este nuevo innocents no es, en ninguna capacidad oficial, una nueva versión. Hay más Stan Lee que Henry James en su retrato de niños de la escuela primaria que adquieren poderes espeluznantes durante un largo y perezoso verano noruego. Pero todavía se puede ver la impresión fantasma de la película de Clayton, que desconecta más de medio siglo después del lanzamiento, en la forma en que Vogt se retira y regresa, colocando una figura amenazante solitaria contra un lienzo de espacio negativo. Las películas son, al menos, parientes lejanos. Sin embargo, el nuevo es mucho menos efectivo.

El escenario es un complejo de apartamentos moderno, no una mansión gótica en expansión. Moppet Ida (Rakel Lenora Fløttum) se mudó aquí con su familia, incluida la hermana mayor Anna (Alva Brynmo Ramstad), cuyo autismo regresivo ha tomado su capacidad de habla. No se cuida a los niños. La supervisión de los adultos apenas parece tener en cuenta sus tardes despreocupadas. Vogt, de hecho, rara vez se rompe desde una perspectiva adolescente.

Los colores de curiosidad inflexibles de las chicas la mayoría de los momentos, incluida la escena en la que el nuevo compañero de juego Ben (Sam Ashraf) demuestra que puede mover objetos con su mente, manipulándolos como un joven Jedi. No es la única habilidad misteriosamente conferida por el medio ambiente. Pronto, los niños, incluida la vecina/compañera sensible Aisha (Mina Yasmin Bremseth Asheim), se envían mensajes mentales, jugando juegos de lectura mental para pasar el tiempo.Los inocentes_ nunca se molesta para explicar la fuente de estos poderes. Para hacerlo, sería responder una pregunta que sus personajes del tamaño de una pinta no piensan hacer.

Vogt ha contado una historia sobrenatural de la mayoría de edad antes. Coescribió, con el colaborador frecuente Joachim Trier, el campus carrie riff Thelma, sobre un niño universitario protegido cuyas habilidades paranormales florecientes eran realmente una manifestación de sus deseos y resentimientos acumulados. (Era, como el de Clayton, los inocentes_, una alegoría de represión). Aquí, el espectro emocional es mucho más estrecho, porque Vogt está siguiendo a personajes cuyas mentes aún se desarrollan mucho y cuyas relaciones tienen una simplicidad primaria. Son los sentimientos contundentes de la infancia (alegría, miedo, ira, celos) que se dan una nueva salida aterradora.

El horror de esta película de terror es la ansiedad subyacente de todos los thrillers de semillas malas: una preocupación persistente de que los niños no están bien. Ben, quien se convierte en el villano hosco y petulante de la película (es como el joven Anakin Skywalker, perdido en el lado oscuro décadas antes de lo previsto), ondea las banderas rojas a menudo asociadas con asesinos en serie en ciernes. Al principio de la película, asesina casualmente a un gato solo para ver cómo se sentiría: una transgresión que presagia un acto de violencia posterior e inquietante en una cocina. Pero Ida también tiene destellos de crueldad, evidente en su hábito de pisotear en las lombrices de tierra o rellenar los zapatos de los miembros de la familia con vidrio. Uno no tiene que entrecerrar entrecruzados con fuerza entre los cucos de Midwich de _villa de _villa de _villa de los Damn. Es un pensamiento aterrador, los niños otorgaron un poder peligroso antes de que su empatía se haya formado completamente.

Hay momentos de inquietud finamente orquestada en the Innocents. En general, sin embargo, es sencillo hasta la culpa, con toda la intriga de una historia de origen de superhéroes de cortador de galletas. En cierto punto, realmente solo estamos viendo los buenos chorros telepáticos que se enfrentan a la mala, lo que podría ser un problema menos si Vogt no siguió al mismo tiempo al mismo escenario visual básico de dos niños que se miran con atención el uno al otro. Desde lados opuestos de un espacio abierto, la cámara se acerca lentamente para reflejar sus fuerzas psíquicas en guerra. Los dispositivos de creación de temor kubrickian pierden su poder a través de la repetición.

Lo que este innocents más crucial le falta es lo que Clayton ha tenido en las espadas: el subtexto psicológico (y psicosexual) que llora debajo de todas las trampas de historia fantasma impecablemente restringidas. Décadas después, el atractivo húmedo de esa película apenas ha flaqueado; Todavía puede ser absorbido por su sueño de la histeria sudorosa. Las emociones aquí están bien en la superficie, y menores. Vogt ha hecho un thriller terrible enfant que también es, bueno, innocent para sacudirnos realmente a nuestros núcleos. Tal vez sea injusto, utilizando un hito de género para golpear a un ancestro modesto del mismo árbol genealógico del cine de niños de miedo. Pero nuevamente, las comparaciones eran inevitables e inevitablemente poco halagadoras. Podrían haber llamado a este cualquier otra cosa. Los inocentes están jugando en teatros seleccionados y está disponible en VOD Now_. Para más reseñas y escritos por A.A. Dowd, Visite HisAuthory Page_.